AVISPA DE LAS ARAÑAS (Fam. Pompilidae)

Los pompílidos son una familia de himenópteros que se conocen con el nombre común de "avispas de las arañas" o "spider-wasp" en inglés. Cabe recordar que los himenópteros son un orden de insectos que incluyen, entre otros, a las abejas, las avispas, abejorros y hormigas. La etimología de himenóptero hace referencia a las raices griegas "hymen=membrana" y "ptero=ala", es decir, poseen alas membranosas.
Dejando a un lado las características de los himenópteros en general nos centraremos en los pompílidos.
Deben su nombre común a que la mayoría de ellos cazan arañas para alimentar a sus larvas. Las avispas de las arañas disponen de un amplio repertorio de conductas a la hora de preparar el alimento para su prole. Así, la mayoría de ellas aguijonea al arácnido de forma que lo paraliza. Sin embargo, mientras que algunas simplemente deposita un huevo en la araña paralizada, otras arrastran literalmente su presa hasta su nido y una vez allí la almacenan para alimentar a sus crías.
Suelen medir entre 2'5 y 3'5 centímetros lo que les proporciona un aspecto amenazador a simple vista, aún cuando no alcanzan los 5 centímetros del avispón (Megascolia maculata), que ya vimos en otra entrada. Las hembras de la avispa de las arañas son más grandes que los machos, como se puede observar en una de las fotografías adjuntas. Predominan los colores negro y rojizo o anaranjado, aunque pueden estar presentes otros como el amarillo o el blanco.
Poseen unas patas largas en comparación a otros himenópteros y suelen caminar de forma nerviosa, realizando por lo general vuelos muy cortos si se comparan con otras avispas o con las incansables abejas.
Mientras caminan buscando presas suelen mover las antenas y las alas dando la impresión de comenzar a volar, pero sin llegar a hacerlo por lo general. Incluso si se ven amenzadas prefieren buscar cobijo en la maleza antes que levantar el vuelo.
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MARIPOSA BLANQUITA DE LA COL (Pieris Rapae)


Nos encontramos con una de las mariposas que con mayor facilidad se pueden observar en las cotas bajas del Parque Natural de Sierra Espuña.
Conocida con el nombre común de "blanquita de la col" o "mariposa de la col", su nombre científico es Pieris Rapae y pertenece a la familia Pieridae.
Son mariposas de tamaño mediano-pequeño, que oscilan entre los 4 y 5 centímetros de envergadura. El reverso de esta mariposa tiene un color verdoso-amarillento pálido, con escamas de color grisaceo oscuro diseminadas,  mientras que el anverso es blanco.
El macho se diferencia de la hembra por las manchas oscuras que presenta en el anverso de las alas anteriores. Mientras en el macho sólo hay una mancha circular bien marcada, en la hembra se aprecian cláramente dos manchas postdiscales. Tanto el macho como la hembra poseen unas manchas oscuras en el área apical (extremo) de las alas anteriores. Si el ejemplar se encuentra en reposo con las alas cerradas como el caso de la primera fotografía es difícil distinguir si se trata de un macho o una hembra.
Esta mariposa presenta varias generaciones solapadas, siendo los meses con mayor número de especímenes en vuelo marzo-abril y también octubre.
Las orugas se alimentan fundamentalmente de plantas crucíferas, pudiendo convertirse en plagas de cultivos de rábanos y coles, de las que toma su nombre común. Extendida por toda Europa, Asia y Norte de África se ha introducido de manera accidental en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda, donde se ha convertido en una plaga en el cultivo de algunas plantas.
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CULEBRA DE AGUA (Natrix maura)

Nos encontramos ante un reptil difícil de ver en Sierra Espuña por dos motivos: primero debido a su caracter esquivo y huidizo y en segundo lugar por la escasez cada vez mayor de zonas húmedas en las que establecer su hábitat.
La culebra de agua o también conocida como culebra viperina es una serpiente de tamaño medio, alcanzando los adultos unos 70-80 centímetros de longitud. Su nombre científico es Natrix maura. En las fotos podemos apreciar un ejemplar joven, de unos 30-40 centímetros.
La coloración puede variar de unos ejemplares a otros, aunque predominan los colores pardos, verdosos y oliváceos. El diseño de sus manchas es llamativo pues está formado por una banda oscura en zig-zag en la zona dorsal. Algunos ejemplares muestran dos franjas oscuras paralelas lo que hace que puedan confundirse con la culebra de escalera. En la parte ventral, la culebra de agua presenta una característica disposición ajedrezada de manchas negras y amarillas.
Como ya apuntabamos, el hábitat de estas serpientes está ligado a la presencia de agua y humedales, tanto de origen natural (charcas, rios, lagos...) como de origen artificial (balsas de riego, embalses, acequias...).
Su presencia o ausencia en una zona húmeda vendrá dada obviamente por la existencia de presas potenciales, fundamentalmente ranas. Los ejemplares más jovenes suelen alimentarse de insectos, ranas pequeñas, arácnidos... cazando mediante técnicas de azecho o por búsqueda. Los ejemplares mayores son más selectivos con sus capturas, aumentando el tamaño de la presa a medida que aumenta el tamaño de la serpiente.
El periodo de actividad de estas serpientes abarca desde marzo a octubre. En primavera y otoño se muestran más activas durante las horas centrales del día, mientras que en verano lo hacen a primeras horas de la mañana y al atardecer, incluso durante la noche.
La culebra de agua o viperina desarrolla un mimetísmo con las víboras (de ahí el calificativo de viperina). Además del patrón de manchas que se asimila a las víboras, cuando la culebra de agua es molestada emite un bufido o soplido similar al de un gato aunque más flojo, al mismo tiempo que hinchan y deshinchan el cuerpo de manera muy vistosa. Por otro lado enroscan su cuerpo y la cabeza adopta una forma claramente triangular, aspectos ambos propios de las víboras. También pueden secretar un líquido fétido por la cloaca.
No ataca a las personas, sino que en los esporádicos encuentros con el ser humano tiende a huir rápidamente hacia algún agujero o zona de vegetación densa. En ocasiones puede lanzar la cabeza hacia adelante en un ademán de atacar pero aún así nunca muerde, sino que se limita a tocar con la cabeza, sin llegar a abrir la boca. No es venenosa.
Una de las formas más sencillas de diferenciarlas de las víboras es por sus pupilas: mientras en la culebra de agua las pupilas son redondas, en las víboras las pupilas son elípticas y verticales, al igual que en los gatos. En cualquier caso y en caso de duda, es mejor no acercarse demasiado para comprobar la forma de la pupila.
Aunque no se trata de una especie amenazada, su distribución si puede verse mermada al estar ligada a la presencia de agua y humedales.
Para poder observarlas, las ranas suelen ser nuestras aliadas. Si oímos croar las ranas en una charca o zona húmeda quiere decir que no hay depredadores, sin embargo si las ranas detectan la presencia de una culebra de agua u otro depredador (entre ellos nosotros) dejan súbitamente de croar y se hace el silencio. Así pues es necesario tener paciencia y esperar a una distancia prudencial, agudizando el oido hasta que se haga el silencio. Es entonces cuando podemos acercarnos a la charca y con un poco de suerte encontraremos una culebra de agua.
Editamos esta entrada para incluir nuevas fotografías de un ejemplar de Natrix maura en el momento de la captura de una rana.










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